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| Foto: Caleta El Piojo en una noche de niebla y luna, verano de 2012 |
Poesía: Juana de Ibarbourou
Canta: Isabel Parra.
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Somos
Pasajeros del tiempo
vamos y venimos
en el eterno fluir del universo.
Somos aves de paso para nuestras familias y amigos.
Somos energía universal activada
en una infinitesimal fracción de tiempo
tiempo nuestro, tiempo compartido
tiempo para amar, para luchar, para vivir... para morir.
Somos uno y somos todos, vamos y volvemos,
somos viajeros eternos, en este viaje de ida y regreso
en silencio, tal cual llegamos, así nos vamos y así,
invariablemente, en otra piel… regresamos.
Antes, durante y después, somos totalidad
pero siempre uno a la vez
nunca todos al mismo tiempo.
Somos y seremos por siempre
nada más ni nada menos
que frágiles, eternos y luminosos
pasajeros del tiempo.
En memoria de un buen amigo que se me adelantó en el camino, Enrique San Juan von Stillfried.
En memoria de un buen amigo que se me adelantó en el camino, Enrique San Juan von Stillfried.
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Es el color…
Lo que habita
En todo tu ser
Color cantor
Como el Violín
Que hay en tu voz.
Azul…
Azul tenue
Como los pliegues
De tu alma.
Verde...
Verde fresco
Como el mar
De tus ojos.
Rojo…
Rojo candor
Como el pudor
De tus mejillas.
Siena
Siena
Sienas erectos
Como las cumbres
De tus pechos.
Amarillo...
Amarillo viejo
Como los bronces
De tus cabellos.
Blanco…
Blanco impoluto
Como la nieve
En tu sonrisa
Negro…
Negro insondable
Como la noche
De tu partida.
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Sin letra chica.
Lo que digo y lo que no
lo que escribo y lo que olvido
lo que pienso y reniego
lo que siento…
…he
aquí que éste soy Yo.
No agrego, ni quito nada,
no adorno, ni maquillo
para que sepas de mí
lo posible,
lo presentable…
…todo, sin letra chica.
Lo que veas, lo que leas
lo que encuentres,
nada más ni nada menos
que ese seré Yo, sin antifaz
sin maquillaje, a pura piel...
…como un
salvaje.
He aquí que están
las pequeñas piezas
para ir armando el Lego…
…el
rompecabezas.
Se incluye una Contra y un Sahumerio
para cualquier maleficio,
un GPS y un mapa, para no perderse
para encontrar…
…solo certezas.
Lo que entregue es lo que hay
lo que ves es lo que soy
hay también un amuleto,
para evitarse…
…el espanto
y la sorpresa.
He aquí que está mi mundo
infinito, minúsculo
un simpar pedazo
de todo y nada
el paraíso o el infierno
…en una sola pieza.
Una ventana flaca, alta y antigua,
mirando al Este y más allá los vecinos,
jóvenes, viejos, niños
hombres, mujeres, gente…
…sólo
gente.
Un poco más allá, el río y aún más lejos
por el mismo mirar
las montañas y el mar
a la derecha, la misma calle larga de
siempre
la que estuvo y está…
…entre el cerro y el río.
He aquí que aún pervive éste mi mundo
he aquí que éste es mi espacio
de mis tiempos de siempre,
de los buenos, de los malos…
…de los olvidables.
Y aquí, siempre frente a mi,
dulce y melancólica
con el corazón en llamas
la Virgen del Camino
dulce y luminosa…
…me acompaña.
Libros, diarios, ropa, plantas
un televisor casi inútil (casi)
un computador que es a la vez
armadura, pincel, martillo y pala
circuitos, discos, memoria…
…pluma
y espada.
He aquí que este es mi espacio
A veces, como hiel de amargo
a veces, tibio y dulce
acoge, aísla, protege
expone, aprieta, libera
y, a veces, desangra y desgarra…
…como una navaja.
Cuántas lágrimas, cuántas sonrisas,
cuántos recuerdos, cuánto dolor
cuánta esperanza,
cuánta vida y muerte…
…acumulada.
Cuánto trabajo para espantar
demonios y fantasmas
cuánto trabajo que da encontrar
el sosiego…
…la pausa.
Sólo pido que seas amable
y que por simple pudor
me guarde y no muestre…
…lo impresentable.
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Al final del camino.
Me temo que no habrá
nadie
que la cuenta estará en cero
y no habrá nada más que el final
de una jornada
al fin y al cabo…
olvidable.
Reviso, releo, reescribo, retoco
muchas veces
me vendieron el cuento
lindo y empaquetadito y ahí estuve yo
presto a pagar el precio…
aún sabiendo, sin la menor duda…
...que todo era un timo.
Y a costa de mucho creer, fui perdiendo la Fe
y a costa de tanto querer, ya nadie me fue queriendo
y a costa de mucha muerte, me fui -poco a poco-
yo también muriendo…
...irremediablemente.
Me temo que
Me temo que
sumando y restando
no alcanza
para una buena muerte
y es muy factible
que arribe solo…
al final del camino.
Parece ser que finalmente….
...no estarás tú.
Puede –bien puede que- el último sorbo
sea de hiel, aún cuando
en el mejor de mis sueños
estabas tú, siempre tú -a mi lado-
como dulce mendrugo...
...adobado de miel.
Porque debo reconocer
Porque debo reconocer
que nunca dejé de sentirte
pegada a mí, como segunda piel
y así seguirá siendo
hasta cuando llegue…
...al final
de camino.
No miraré hacia atrás
porque sabré,
con meridiana certeza,
que ni lejos ni cerca,
nadie va conmigo
y que no me aguarda nadie…
...al
final del camino.
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Los fantasmas
Los he visto
Ir y venir
por la ciudad
Con sus
hojitas bajo el brazo
Y sus dedos
amarillos
De tanto
hacerle al tabaco
Son como
invisibles
(y) pasan
desapercibidos
Hasta los
lanzas y raterillos
No les
prestan atención
En sus
bolsillos
Nada que
encontrar
Celular,
billetera ni gargantilla
Acecharlos?
No vale la pena
Los
vendedores de multitienda
Se topan con
ellos y cruzan miradas
Como que se
adivinan
Las tristezas que cargan
Y siguen su
camino
En silencio
por la ciudad
En medio de
la gente
Pasando
desapercibidos...
...como fantasmas.
El uno con
su camisita blanca y corbata negra
El otro con
sus hojitas bajo el brazo
Y sus dedos
amarillos
De tanto
hacerle al tabaco.
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