lunes, 27 de agosto de 2012


Universidades, Estados Financieros y empresas relacionadas.

La manipulación del discurso y el abuso de poder.

“La manipulación no solo involucra poder, sino específicamente abuso del poder, es decir, dominación. En términos más específicos, pues, implica el ejercicio de una forma de influencia ilegítima por medio del discurso: los manipuladores hacen que los otros crean y hagan cosas que son favorables para el manipulador y perjudiciales para el  manipulado”. (*) Teun van Dijk

Hace poco el Ministro de Educación Harald Beyer dio conocer públicamente parte de la información que entregaron las universidades chilenas en el contexto de lo que el MINEDUC les exigió. Entre esta información estaban los Estados Financieros de las Instituciones y un listado de las empresas relacionadas con cada una de las universidades tradicionales –del CRUCh- y privadas. 



Hasta aquí, aparentemente, todo bien.

Todo bien, siempre y cuando el emisor de la información y artífice del discurso, el Ministro Beyer, no haya tenido la intención de manipular esa información, manipulación entendida en el sentido de querer producir con ella, en la ciudadanía en general, un determinado efecto. No estamos hablando de que el Ministro Sr. Beyer hay manipulado o alterado los datos sino que los entregó de una manera, por decir lo menos, mañosa.


No hubo en esta entrega de información “voluntad de verdad” como la denomina,(**) Alejandro Carvajal Pardo, quien dice “La voluntad de verdad o voluntad de saber, se refiere a la separación entre lo verdadero y lo falso, que es arbitraria, modificable e institucional y que no puede ejercerse sin una cierta violencia”.

La información referida a los estados Financieros y las empresas relacionadas con las universidades fue dada en un contexto de efervescencia social por el tema del lucro en la educación y, visiblemente, el modo de dar a conocer esa información, por parte del Ministro Beyer, tuvo claramente un trasfondo político-ideológico. Una de las principales críticas que se le hace al sistema de educación superior es el afán de lucro, especialmente en las universidades privadas y, también se crítica, el evidente interés del actual gobierno por desacreditar y reducir a la mínima expresión posible la educación pública, cuestión e intención por cierto puramente ideológica.

En este contexto el Ministro Sr. Beyer aprovechó la ocasión para, mañosamente, mostrar a las 25 universidades públicas y tradicionales del país, adscritas al Consejo de Rectores (CRUCh), en igualdad de condiciones a las privadas, especialmente en el tema del lucro, haciendo aparecer como que las universidades del CRUCh y las privadas compartían el cuestionado afán de lucrar. Y lo hizo haciendo referencia a los Estados Financieros y las empresas relacionadas de las universidades del CRUCh. En esta información aparece incluso una de las universidades tradicionales, la U. de Concepción, encabezando el ranking de instituciones con mayor número de empresas relacionadas.

Ya, en este momento, el discurso ministerial es tendencioso.

Tendencioso porque que el Ministro Bayer no contextualizó ni dijo que, por ejemplo, la gran mayoría de las “empresas relacionadas” a las universidades del CRUCh en estricto rigor no son empresas, sino que Centros de Investigación y, en muchos casos también, unidades académicas, cuya principal esencia es apoyar la labor de formación de Pre y Postgrado y la Investigación de las universidades del Consejo de Rectores.

Tampoco el Secretario de Estado aclaró que las escasas empresas relacionadas a las Universidades privadas (generalmente inmobiliarias) son en esencia el modo en que los controladores de las instituciones privadas han encontrado para burlar la Ley y lucrar con la educación superior. Menos dijo que uno de los pilares de la formación superior como lo es la Investigación (de gran peso y productividad en las universidades del CRUCh) brilla por su ausencia en gran parte de las universidades privadas

Al Respecto el Prorrector de la Universidad Austral de Chile, Juan Omar Cofré, a través de una carta publicada en diversos medios aclara “La institución figura con 19 empresas relacionadas “aparentemente independientes y dedicadas a diversos negocios extrauniversitarios”, que según Cofré, finalmente son “entidades cumplen objetivos estrictamente universitarios, carecen de fines de lucro, y reinvierten todos sus excedentes en tareas y funciones académicas o estudiantiles”, rechazando que se trate de “sociedades comerciales ‘espejo’ dedicadas a realizar transacciones comerciales con fines de lucro y a generar ganancias”.

La entrega de los datos por parte del Secretario de Estado fue, artificialmente, generalizada no haciendo explícitas las sustanciales diferencias entre las “empresas” que se relacionan con las universidades del CRUCh y las que operan con las instituciones privadas. Tampoco hizo explícito en qué usan los recursos estatales que reciben las universidades CRUCh, sólo hizo énfasis en porcentajes de entrega de estos dineros.  Entregó cifras generales como esta “el 98% de los aportes basales y fondos concursables por el Estado llegan a las universidades del CRUCh. Y a su vez, estas mismas reciben el 68% de las donaciones, mientras que las Ues., privadas recaudan sólo el 31% del monto total”.

En este contexto aparece claramente la intención de abuso de poder, mediante la manipulación del discurso por parte del Ministro Beyer. El profesor Alejandro Carvajal Prado al referirse a la manipulación en el discurso señala “…cuando un líder político pronuncia un discurso sobre determinado tema, lo que quiere es que sus receptores adopten los modelos mentales que él tiene sobre ese tema. Evidentemente manipular los modelos mentales de los ciudadanos que no tienen los recursos para resistirlos o para construir modelos alternativos es una forma importante de abuso de poder…”.

Otro principio que los estudiosos críticos del discurso señalan que debe concurrir para que se produzca este abuso de poder mediante la manipulación del discurso es “el acceso o control especial sobre recursos sociales escasos”, que en este caso son los medios de comunicación. Sólo haremos referencia al monolítico control y concentración en la propiedad de los medios de comunicación en Chile.

Teun A. van Dijk señala “…la dominación, definida como abuso de poder, revela que esta exige acceso o control especial sobre recursos sociales escasos. Uno de estos recursos es el acceso preferencial a los medios de comunicación y al discurso público, compartido por miembros de las élites “simbólicas” tales como los políticos, periodistas, científicos, escritores, profesores, etc.”.

No resulta muy difícil entonces señalar que el Ministro Sr. Beyer abusó discursivamente en el tema de los Estados Financieros y las empresas relacionadas a las universidades el CRUCh, se puede igualmente decir que no sorprende en absoluto su propósito de establecer una similitud, en los afanes de lucro, entre las universidades del CRUCh y las privadas, eso se explica fácilmente por un imperativo ideológico del Ministro de Educación.

Es lo esperable de un funcionario de un gobierno altamente ideologizado.   

Tampoco es muy complicado entender que lo hecho por el Secretario de Estado no tiene nada de democrático y que es hasta ofensivo para instituciones como la Universidad Austral de Chile que, por más de 50 años, ha cumplido una extraordinaria labor formativa de recursos humanos calificados para el país y lo ha hecho sin ningún afán de lucro. En la UACh el 100% de los recursos que le ha entregado y actualmente le entrega el Estado se han usado en cuestiones académicas duras y puras. También los escasos excedentes que han producido sus “empresas relacionadas” se reinvierten en la propia Universidad, fundamentalmente para fines académicos.

Entonces como dice el profesor van Dijk “…la manipulación no es (solamente) ‘mala’ porque viola las máximas conversacionales u otras normas y reglas de la conversación (…) es ilegítima en una sociedad democrática porque (re)produce o puede reproducir la desigualdad: favorece los intereses de los grupos y hablantes poderosos y perjudica los intereses de hablantes y grupos menos poderosos…”.

(*)Teun A. van Dijk  fue profesor de Estudios del Discurso en la universidad de
Amsterdam hasta el 2004, y actualmente es profesor en la Universitat Pompeu Fabra de
Barcelona…
  
(**)Alejandro Carvajal Pardo, Politólogo. Profesor del Departamento de Ciencias Jurídica y Política de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali…

martes, 21 de agosto de 2012


Ese… tufillo a dictadura.

No hay peor democracia que una falsa,
y no hay mejor dictadura que una disfrazada…
de democracia.

Un insoportable tufillo a dictadura es lo que se percibe en el aire en esto días en Chile. Y se hace intolerable porque violenta la conciencia y la memoria de miles de chilenos. No basta que en un país se hagan elecciones cada cierto tiempo para sacar patente de país democrático.

No, no basta con eso.

Hace falta también que el gobierno de turno, por incompetente que sea, no recurra a arteras  e irritantes  fórmulas dictatoriales para relacionarse con la ciudadanía y, en este Chile de 2012, estamos asistiendo a una sibilina y despotiquilla manera de gobernar que tiene ese tufillo dictatorial que, a lo menos irrita, como el gas que usa a discreción la policía que parece haber estado contenida y ávida de desplegar todos estos afanes represivos.

Cuando la únicas respuestas de un gobierno a las quejas ciudadanas son criminalizar esas demandas, y a los legítimos movimientos que las sostienen y empujan y, además, tratar de imponer una lógica de estado policiaco, resulta inevitable preguntarse de qué tipo de  democracia estamos hablando.

Fuerzas especiales de Carabineros en patio del Instituto Nacional
Vale preguntarse lo anterior cuando los colegios, de la noche a la mañana, se transforman en recintos sitiados con buses de la policía anti motines aparcados en sus patios. ¿Así pretende dialogar el actual gobierno, así respeta la libertad de expresión, de desplazamiento, y más fundamental aún, así respeta la libertad de pensamiento?





¿Que viene después? ¿Un policía en cada aula, para identificar y apresar al disidente?

Ya casi ni viene al caso referirse a la tozudez del gobernante y la invalidez ideológica que le aqueja, la cual no sólo le impide hacer los cambios que la sociedad demanda sino que también, esa discapacidad, es su justificante para hacer exactamente lo contrario a lo que se le pide.

La ciudadanía se manifiesta y… se le criminaliza y reprime.

La lógica militar es inaceptable en una sociedad libre y democrática. Pero, esa lógica se entiende cuando el gobierno de turno, ideológica y políticamente y lo que es más grave aún, cuando en su relación diaria con la ciudadanía, está más cerca de una dictadura que de una democracia.

Niñas escolares, acusando vejámenes sexuales al ser detenidas, porque obligar bajo amenaza a una niña en un calabozo para que se despoje de sus ropas es un abuso indiscutible algo que en realidad es demasiado cercano a la tortura  y, mientras no se demuestre lo contrario, la sola mención del hecho parece repulsivo.

Resulta peligrosísimo constatar que sus propios colegas carabineros debieron intervenir para que una mujer policía dejara de golpear a una estudiante ¿Porqué tanta saña y qué habría pasado si la golpiza seguía?  

¿Casualidad o procedimiento premeditado?



Y lo peor es que estas denuncias de abusos no son incidentales ni aisladas. La repetición de ellas, en varias partes de Chile, da a lo menos para pensar que se trata de un modo de actuar. 

Un estudiante detenido a las afueras de su colegio por civiles, en un procedimiento absolutamente irregular, la invasión policiaca de un colegio emblemático, actos oficiales en donde el gobernante aparece penosamente huérfano de apoyo y compañía, porque la policía se ha encargado de acordonarlo y aislarlo de la ciudadanía la cual, lejos de allí, reclama por la militarización de sus calles y sus ceremonias. 

Estudiante del Liceo Amunátegui detenido por civiles.
Entonces, francamente, ese tufillo dictatorial va siendo derechamente… una fetidez.