"Pollo a la Colusión"
De
ahora en adelante cuando usted se disponga a preparar un pollo para su deleite,
de producción industrial por su puesto, a menos que tenga la suerte de vivir en
el campo y crie sus propios plumíferos, deberá agregar a sus posibilidades de
menú una nueva especie de ave y por ende también tendrá a la mano una nueva
receta; “Pollo a la Colusión”. Es decir ya no sólo podrá ser un pollito asado,
en cazuela o arvejado porque desde ahora hay una nueva especie de pollo “el
coludido” primo hermano del “marinado”, ese que es hinchado artificialmente
inyectándole salmuera para que pese más y usted termine pagando no carne de
pollo pura sino una que tiene un buen porcentaje de agua y sal.
El Pollo es la carne más consumida por los
chilenos, especialmente en los sectores más pobres y se produce un total de
500.000 toneladas anuales.
El
pollo coludido es una especie nueva producto del cartel de los productores de
pollo chilenos que mañosamente se coludieron hace décadas para manipular el
mercado y hacer que la libre competencia sea para ellos algo que eliminaron de
cuajo cuando se pusieron de acuerdo para copar el mercado y, lo que es peor,
manejar a su arbitrio las cuotas de producción de este alimento.
Según la denuncia presentada ante el Tribunal de la
Libre Competencia (TDLC), las empresas Agrosuper, Ariztía y Don Pollo -que
concentran más del 90% del mercado de pollo en Chile- llegaron a un acuerdo
"consistente en limitar y asignar cuotas de producción, controlando la
cantidad producida y ofrecida al mercado nacional".
Estas
empresas hace ya un buen rato que determinan, según sus intereses, cuánta
cantidad de pollo producen al año y así han mantenido los precios del artículo
artificialmente altos, porque de haber existido una verdadera libre competencia
en la producción otros actores internos y externos podrían haber ingresado al
mercado y, por lógica y simple matemática, los precios habrían sido más bajos de lo que han sido por el efecto de
una mayor oferta.
Con
este nuevo numerito nos damos cuenta cómo los chilenos hemos estado siendo abusados
por las empresas productoras de pollo,
por las farmacias y una multitienda que con prácticas mafiosas manejan a su
arbitrio el mercado, esa verdadera piedra fundamental sobre la que descansa el
actual modelo económico del cual somos víctimas. Resulta entonces entendible
que de a poco la gente se vaya aburriendo de tanto descaro y esté más que curcuncha
de tanto abuso.