Hidroaysén: El Quilombo interminable.
O cómo un Magistrado puede ser, a la
vez, Juez y Parte en un litigio.
“Una
falacia lógica es una proposición presentada como verdadera en una afirmación,
pero que sólo lo es aparentemente”.
Las
falacias lógicas son utilizadas comúnmente para justificar argumentos o
posturas que no son justificables utilizando la razón. Suelen enmascarar
engaños, falsedades, o estafas. Saber reconocer las falacias lógicas es de gran
ayuda para no ser engañado.”
Comúnmente
olvidamos que la ética y los valores son instrumentos al servicio de la
construcción de la persona y no son –nunca deben serlo- fines en sí mismos. Se
me viene a la mente un dicho muy chileno que habla de “irse por la tangente”,
es decir quietarle el cuerpo a algo que nos incomoda o afecta cuando somos
interrogados por nuestros actos y damos una respuesta evasiva o derechamente
falsa. Así me suena la respuesta dada por la Corte Suprema en el caso del
Magistrado Sr. Pierry.
Magistrado Pedro Pierry Arrau. |
La
controversia y la molestia pública se instalaron por el reciente fallo de la
Tercera Sala de la Corte Suprema de Justicia en la cual se veía la Apelación de
particulares al fallo de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, en el caso
Hidroaysén. En una de las últimas instancias judiciales y en un fallo dividido (3-2) votaron en contra de ENDESA, los magistrados Sonia Araneda y Haroldo Brito y los jueces María
Eugenia Sandoval, Héctor Carreño, y Pedro Pierry rechazaron los recursos favoreciendo con su fallo a la empresa eléctrica. El Magistrado Sr. Perry ante las consultas de la prensa emitió una declaración pública en la que señala no haber causales para que se inhabilitara en este caso. (http://www.poderjudicial.cl/modulos/Home/Noticias/PRE_txtnews.php?cod=3792&opc_menu=&opc_item=)
Este litigio y la actuación de uno de los
magistrados que definió la controversia, nos permite sacar algunas conclusiones,
no tan felices, respecto de cómo operan las instituciones en nuestro país.
Muchas, verdaderamente no pocas veces, escuchamos la queja de los ciudadanos
respecto de que muchas instituciones y sus determinaciones no pasan la prueba
de la blancura. No repetiré los reclamos de organizaciones ambientalistas
respecto de lo poco transparente y –en su opinión- muchas veces ilegal manera
como se ha ido dando el proceso de evaluación del proyecto de Endesa.
Hidroaysén
es, según sus propios propulsores, un proyecto que consiste en la construcción
y operación de cinco centrales hidroeléctricas, dos en el río Baker y tres en
el río Pascua, ubicadas en la XI Región de Chile. Con una superficie total
de 5.910 hectáreas, que equivale al 0.05% de la Región de Aysén, el
complejo hidroeléctrico aportaría 2.750 MW al Sistema Interconectado Central
(SIC) con una capacidad de generación media anual de 18.430 GWh. (http://www.hidroaysen.cl/)
Los ríos Baker y Pascua partes centrales el polémico proyecto. |
Ante
esta iniciativa se han elevado voces disidentes y sus reclamos al parecer no
han sido considerados por lo que algunos de los reclamantes han optado por la
vía judicial para proteger sus derechos e intereses. En este punto no es malo
recordar que cuando entre particulares surgen pendencias y no es posible que
ellos se pongan de acuerdo, acuden a un tercero para que dilucide cuál de las
partes en conflicto tiene la razón. A estas alturas aparece en escena un
importante Poder del Estado –el judicial- supuestamente un espacio de razón y
justica en donde se imponen argumentos legales para sancionar una materia
controvertida. Se supone y se da por sentado que este Poder del Estado es
imparcial y autónomo en sus determinaciones. Al parecer esto no es tan así.
La
independencia e imparcialidad del Poder Judicial, una vez más, queda gravemente
en entredicho al darse a conocer a la opinión pública que uno de los
Magistrados integrantes de la Tercera Sala de la Sala de la Corte Suprema,
Pedro Pierry, a lo menos debió inhabilitarse para ser juez del caso ya que, al
parecer, y según el común entendimiento de la gente, es parte interesada en el
tema. Se alega que el Magistrado Sr. Pierry debió inhabilitarse por la simple
razón que, en una estricta y rigurosa definición mercantil, él es
co-propietario de ENDESA, es accionista de la empresa al ser dueño de 109 mil
acciones de la compañía valorizadas al día de hoy en unos 96 millones de pesos.
Si esto no es un conflicto de interés
entonces el concepto debe ser revisado y reformulado. O, simplemente, lo que se
vive hoy en Chile en estos temas es un gran aquelarre o un desvergonzado e interminable quilombo.
Es
en estos momentos en que debería entrar a tallar la ética y los valores como
instrumentos creadores de personas y, el actuar con ética y valores, es no sólo
deseable sino que exigible en ciertas magistraturas. La pregunta es qué sucede
cuando esa ética y estos valores son suplantados, por ejemplo, por intereses
personales o corporativos? Con este
actuar se horadan gravemente la Fe pública y la sana convivencia se resiente al
perder uno de los Poderes del estado su prestancia y respeto.
Otro
tema a reflexionar es también lo falaz de la explicación que se dio por parte
de un vocero de la Corte Suprema que, al cuestionarse el hecho de que uno de
los magistrados que fallaría el caso era propietario de acciones de ENDESA (una
de las partes en conflicto), respondió que el Sr. Magistrado había obtenido
esas acciones a través del llamado “Capitalismo Popular” pagando esas acciones
con recursos provenientes de su fondo de desahucio como funcionario público
¿?.
Recordemos
que el “Capitalismo popular” fue una medida económica impulsada por la
dictadura militar para privatizar empresas del Estado, entre ellas ENDESA (en
sus tiempos Empresa Nacional de Electricidad S.A.) hoy en manos de particulares
chilenos y españoles. (http://www.archivochile.com/Poder_Dominante/grem_empre/PDgremios0001.pdf).
Lo falaz de la respuesta de la Ilustrísima Corte Suprema de Justicia de Chile
se da porque la pregunta era por la posible inhabilidad del Magistrado Sr.
Pierry y no por el modo cómo él había obtenido las acciones. Si yo compro un
cuchillo para pelar papas y lo uso para asesinar a alguien y se me cuestiona
por el uso del cuchillo para cometer el crimen no puedo ofrecer como argumento
de defensa el modo como obtuve el arma. Se cuestiona el uso que doy y no su
modo de adquisición.
Sin
duda que casos como este van aportando con su granito de arena para la
construcción de las bases sobre las que se sustenta el descontento de la
sociedad chilena que ve como, sin tapujos, desembozadamente, sin ética y sin
valores, los que ostentan el Poder lo usan a su regalado arbitrio y muchas
–muchísimas veces- en su beneficio personal.