miércoles, 21 de marzo de 2012


La Caravana de Hinzpeter.

Con la llegada a Puerto Cisnes de la Caravana enviada por el Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter compuesta por 300 efectivos de FF.EE., de carabineros y por vehículos anti disturbios (Bus, Guanaco y Zorrillo mas otros 10 vehículos menores) los habitantes de Puerto Cisnes conocieron, probablemente, por primera vez al otro carabinero, distinto de ese amable y bonachón policía, ese que es ante que nada un buen amigo de sus vecinos, especialmente en aquellas zonas apartadas de Chile, como Puerto Cisnes, Mañihuales, Coyhaique… Puerto Aysén. Con la llegada de esta caravana represiva los Patagones están conociendo al energúmeno, el carabinero que enfundado en ropas de asalto, ataca indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños con balines, bombas lacrimógenas, bastones de acero, carros lanza agua, lanza gases y sobre todo atacan, con absoluto desprecio, el derecho que tiene cualquier ciudadano de Chile a expresar su molestia con el gobierno de turno. Con el desembarco de la caravana de Hinzpeter los habitantes de Puerto Cisnes tuvieron su propio Día “D”.



Y todo porque al gobierno es absolutamente incapaz de actuar republicana y democráticamente ante las demandas de los Patagones y en cambio su única manera de reaccionar es con lamentables reminiscencias dictatoriales. Es francamente indignante la manera como el Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, entiende el diálogo sobre el cual por la mañana hace toda una representación comunicacional en La Moneda mientras que, al mismo tiempo, las fuerzas represivas desembarcaban en Puerto Cisnes para, en horas de la noche, de éste martes 20 de marzo desatar su furia en Coyhaique.


No es posible ni aceptable que el Gobierno se llene de adjetivos descalificativos contra los dirigentes sociales de Aysén y pretenda criminalizar a un grupo de ellos, que forman la lista negra que el Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter ha elaborado para aplicarles la Ley de Seguridad del Estado. Ese es el dialogo con el cual el Gobierno se llena la boca, un dialogo que bajo la óptica gubernamental se establece sobre la base de la represión y la criminalización de un movimiento social que surge por el hastío que los Patagones tienen por las misérrimas condiciones de vida que arrastran desde hace años.